jueves, 23 de diciembre de 2010

Se acabó la buena vida


Finaliza el 2010. Finalizan los primeros diez años del siglo XXI y estamos inmersos en un mundo mejor?

La crisis, que parece no tener fin, nos está dejando la percepción de que las cosas no van a ir mejor los próximos años.

Y crucemos los dedos, no vaya a ser que algún acontecimiento financiero o no, nos golpee otra vez y tengamos que levantarnos de nuevo.

En Turismo, los datos son demoledores en el indicador más importante: El GOP que nos indica la rentabilidad de los hoteles y no caer en indicadores absolutamente obsoletos que aún hoy día muchos hoteleros observan como si fueran algo vital y lo fueron en el s. XX pero nunca más: La ocupación y el ADR. Incluso son pregonados por nuestros representantes en las instituciones garantizando, eso sí, titulares populistas con honrosos excepciones como el INE

2010 no ha girado la tortilla del 2009. Sigue aumentando la oferta mientras la demanda flaquea y los precios con muchos altibajos, más bajos que altos. Por ende, los márgenes caen en picado.

El usuario decide donde, como y cuando viaja. Los hoteleros quieren mantener sus márgenes pero están viendo como, casi, se vuelven negativos.
Y aún, siguen confiando su producto, una gran porcentaje, a los prescriptores que antaño llenaban los hoteles pero ahora solo lo hacen cuando no se les necesita.

El panorama es revelador: La falta de creatividad y el miedo a cambiar limita la musculatura financiera de la industria hotelera.

La planta hotelera española conserva unos de los tres pilares para su correcta distribución comercial: El producto.

Que ocurre con los otros dos pilares? Prescripción (en el argot del s. XXI sería la Reputación Online) y Difusión (en el argot del s. XXI sería la Visibilidad)

Que la mayoría de la planta hotelera española sigue cediendo la Prescripción y Difusión a la intermediación, fundamentalmente Online.

Que debe hacer la industria?

Hay muchos caminos por recorrer pero reduciremos las opciones a dos: La fácil y la difícil.

La fácil: Ceder nuestro inventario a portales online y ceder, por supuesto, al buclé vicioso de comisiones flexibles, a las promociones que nos proporcionan mejor visibilidad a cambio de márgenes superiores y la cesión en bandeja para la fidelización de los usuarios hacia los portales mencionados. Los portales que proponen mejores herramientas, y por tanto, una satisfacción del cliente en todo el proceso de compra y estancia, lo tienen muy fácil para fidelizar al usuario.

La difícil: Elegir la correcta distribución que equilibre la venta intermediada con la venta directa mediante: La segmentación en la contratación (nos debería garantizar la visibilidad) y la antención de la experiencia del cliente (debería fortalecer nuestra reputación online, por tanto nuestra difusión que también implica visibilidad).

En estas cuatro líneas está el quit de la cuestión. Su puesta en marcha requiere: Valentía - rigor y mucho sentido común. Adjetivos que guste o no guste brillan por su ausencia en la hotelería española.

Se acabaron los años en los que pasara lo que pasara en el mundo, la industria contaba los beneficios con números de seis cifras.

Se acabó la buena vida. Tenemos que trabajar mucho más para........ salvar los muebles.

Mis mejores deseos para un mundo mejor.

DISCLAIMER: Lo lamento pero el Social Media no es la panacea que gire ninguna tortilla. Es simplemente, un complemento de alguno de los pilares de la distribución